Las picaduras de avispas y abejas son frecuentes sobre todo en las épocas de más calor, en primavera y verano. Se pueden intentar evitar procurando no acercarse a los lugares dónde se concentran, como nidos o panales, no correr si el insecto está cerca o se posa sobre el cuerpo y no ir descalzos en zonas de hierba y flores. ¡Ay! Aun recuerdo cuando me picó una en la planta del pie al caminar descalza por el césped, junto a la piscina.
¿Qué debo hacer si una avispa o una abeja pica a mi hijo?
- Mantén la calma: Tu hijo estará muy nervioso y asustado. Si mamá y papá están tranquilos ayudará a que él se calme.
- Quítale las pulseras, anillos u objetos que puedan apretar la zona afectada si esta se hincha.
- Las abejas suelen dejar el aguijón que en su interior contiene veneno. No utilices pinzas para extraerlo, podrías exprimirlo y vaciar más veneno dentro de la piel. Utiliza mejor una tarjeta de crédito.
- Limpia la zona con agua y jabón.
- Intenta que no se rasque.
- No apliques remedios caseros, tierra húmeda o saliva.
- Aplica frío local, como hielo envuelto en un pañuelo o paño.
- Utiliza una crema de corticoides si la tienes a mano.
Y lo más importante…
Acude al servicio de urgencias más cercano si la lesión es muy llamativa, afecta a párpados, labios o lengua; si además de la hinchazón observas tos, dificultad respiratoria, vómitos o cualquier reacción que consideres grave.
Una complicación frecuente son las sobreinfecciones: Si en dos o tres días la lesión empeora haciéndose más grande, con costra, dolorosa y/o el niño comienza a tener fiebre, consulta con un profesional.
Feliz verano a todos y hasta pronto.
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Lucía Galán Bertrand. Pediatra y escritora