La escarlatina casi siempre entra por la puerta de la consulta de un pediatra de la siguiente forma:
Madre o padre que acude de urgencia y alarmados:
“Lucía, me acaban de mandar una circular que dice que hay escarlatina en el colegio! ¡Y justamente hoy Marta se ha levantado con fiebre! ¡Ay, ay, ay! ¿Será la escarlatina? ¿Pero eso aún existe?”
¡Vaya mala fama que tiene la escarlatina!
La verdad es que suena a antiguo, he de reconocerlo, pero tengo que deciros que la escarlatina es una enfermedad infecto-contagiosa bastante frecuente en nuestro día a día, relativamente fácil de diagnosticar, con un tratamiento sencillo y que hoy en día no suele producir complicaciones serias.
¿En qué consiste?
La escarlatina es una enfermedad producida por una bacteria llamada Streptococo pyogenes causante de las famosas “anginas” o “placas” (amigdalitis bacterianas) pero que además en esta ocasión el gérmen libera unas toxinas que producen unas manchas muy típicas en la piel.
¿Qué síntomas tiene?
- Fiebre moderada de inicio súbito
- Manchas en la piel (exantema) que aparece 12-48 h después, inicialmente en cara y cuello, respetando el triángulo de la nariz que siempre está más blanquecino. Con el paso de los días el exantema va descendiendo por tórax, abdomen y piernas. Se trata de unas manchitas rojas que además de verlas claramente, se palpan. Al pasar la mano sobre la piel del niño nos recordará al “papel de lija”. Son lesiones que raspan y que están más acentuadas en las axilas, ingles y pliegues. El exantema puede durar entre 3-7 días y curiosamente, al desaparecer, descaman la piel también de arriba abajo, desde el cuello hasta las piernas. Es muy característico.
- Dolor de garganta, lengua de un color rojo intenso (“aframbuesada” decimos los pediatras), a veces blanquecina con puntos rojos y ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
- Otros síntomas: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, decaimiento, falta de apetito.
¿Cómo se contagia?
A través de las gotitas de saliva que emitimos al hablar, por lo que los niños pequeños entre 3- 8 años que juntan sus cabezas continuamente son carne de cañón.
¿Hacen falta pruebas para diagnosticarla?
Generalmente no. Con un buen examen físico suele ser suficiente. Sin embargo, cuando hay dudas disponemos de test rápidos de Streptococo que con una muestra de la orofaringe que cogemos en el momento, tendremos el diagnóstico en menos de diez minutos.
¿Cómo se trata?
Fácil. Con antibióticos de la familia de las penicilinas durante 10 días. No hay vacuna disponible.
¿Puede tener complicaciones?
Sí, aunque actualmente son muy raras. Entre ellas la Fiebre reumática, que prácticamente ya no se ven casos en España; y afectación Renal (Glomerulonefritis postestreptocócica)
¿Cuándo puede volver al cole?
Cuando lleve al menos 24 horas sin fiebre y tomando el antibiótico.
Y una de las preguntas más frecuentes que soléis hacer… ¿Si la ha pasado una vez, podría volver a pasarla?
Aunque no es habitual, la respuesta es sí, podría volver a pasarla. Existen varias toxinas que producen estos síntomas, por lo que aunque sería mucha casualidad, el haberla padecido en una ocasión no le exime de volver a tenerla.
Así que con la próxima circular que os llegue, que sin duda os llegará, que no cunda el pánico. Ya sabéis lo que tenéis que hacer: vigilar a vuestro hijo y si empieza con fiebre y le salen manchitas en la piel, acudir a vuestro pediatra. Por supuesto también siempre que tenga afectación del estado general, respiración agitada o mala respuesta tras 24 horas de iniciado el tratamiento.
Dra. Lucía Galán Bertrand. www.luciamipediatra.com
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