Ya estoy con mi bebé recién nacido en casa ¿Qué debo saber?
Con la llega del bebé a casa surgen muchas preguntas y dudas a la hora de tomar decisiones. Lo único que necesitáis es estar tranquilos, tener pocas pautas pero claras y comprobar que sois capaces de cuidar de vuestro bebe recién nacido.
Algunas de las preguntas más frecuentes en la consulta son:
¿Cómo se cura el cordón umbilical?
Solo es necesario utilizar agua y jabón, salvo que no se pueda garantizar una adecuada higiene en el entorno del niño.
El cordón umbilical se suele caer entre cinco y quince días después del parto, hasta que esto ocurra, sigue estos sencillos consejos para curarlo:
- Antes de nada, lávate las manos.
- Limpia la zona con agua templada y un jabón neutro.
- A continuación, sécala bien.
- Pon una gasa limpia y seca alrededor del cordón para que no le roce la piel si lo deseas.
- Sustituye la gasa cuando cambies el pañal. Si la zona del cordón se mancha de de heces, lávala de forma concienzuda. La orina no tiene gérmenes, pero las heces sí.
Los principales signos de alarma por los que tenéis que consultar a vuestro pediatra son: enrojecimiento de la zona alrededor del ombligo, aparición de una secreción amarillenta, verdosa o maloliente, sangrado persistente del cordón o retraso de la caída del cordón mas allá de las tres semanas.
¿Qué ropa hay que ponerle a un recién nacido?
Esta es una pregunta que se hace a diario en la consulta; debéis evitar los tejidos sintéticos, siempre son preferibles las prendas del algodón.
Una de las recomendaciones, para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante, es evitar el exceso de abrigo. Salvo en las primeras 24 o 48 horas, en las que pierden calor y están más expuestos a enfriarse, los recién nacidos regulan su temperatura de forma adecuada y no está justificado envolverlos en varias capas de ropa si no hace frío ni ponerles un gorro en la cabeza una vez estéis en casa.
Lo que os solemos recomendar es que el bebé lleve una capa más que vosotros, y si tenéis dudas, podéis introducir vuestra mano en el pecho del bebé. Si notáis su piel pegajosa y caliente, está pasando calor. Si por el contrario su cuerpo está más frío que vuestras manos, necesita más abrigo.
¿Hay que limpiarle los ojos, las orejas y la nariz?
Los ojos de vuestro bebé lagrimean, la nariz comienza a fabricar secreción que ayuda a filtrar el aire y las orejas producen cera que protege el conducto auditivo. Así que, salvo que tu pediatra así lo considere, no lo toquéis.
Si tiene legañas, podéis utilizar suero fisiológico y una gasita estéril para limpiarle suavemente los ojos.
Nada de manzanilla, lavados nasales a diario ni bastoncillos para los oídos, podéis dañar el tímpano al impactar cera en él.
Hasta pronto.
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Lucía Galán Bertrand. Pediatra y escritora